UNA EXPERIENCIA DE ESPERANZA MISIONERA

Dice el libro de los Hechos de los Apóstoles que toda la comunidad ponía en común lo que tenía. Al estar experimentando la labor de los Misioneros Claretianos en la Misión de Ciudad Juárez, Chihuahua y ver que el trabajo de muchos años ha creado una comunidad de hermandad y solidaridad, como los días santos que unen al pueblo, es una vivencia muy peculiar dónde se refleja la frase de San Antonio María Claret, “Hacer con otros lo que solos no podemos.”

Esto se percibe desde una semana antes del Domingo de Ramos, donde señoras, señores, jóvenes y niños, brindan su tiempo libre para limpiar y tejer las palmas, las cuales se utilizarán el Domingo de Ramos, unos se iban y otros llegaban.

El Domingo de Ramos a pesar del viento que se desató desde las 10:00 am los parroquianos asistieron con gran alegría para participar de la Eucaristía.

De lunes a miércoles el día estuvo dividido en cuatro momentos de preparación para los días Santos: pre-Pascua infantil por la mañana, juvenil por la tarde, Eucaristía celebrada por el P. Edgar Salgado, CMF y la pre-Pascua de adultos fue atendida por Luis Gerardo Granados, SC en discernimiento, teniendo como temática el servicio en comunidad, habiendo una gran afluencia de niños, jóvenes y adultos.

Los días Santos fueron preparados por los diferentes grupos llamados servidores quienes estaban bien organizados, desde la limpieza del templo hasta las ceremonias litúrgicas.

El sábado todos los servidores desde muy temprano se reúnen para limpiar y arreglar el templo para la ceremonia de Pascua. Todos se respetan sus tiempos y actividades, esto refleja un trabajo de una comunidad evangelizada y evangelizadora.

La celebración de la Pascua estuvo animada y la organización de las lecturas y salmos con lectores excelentes y salmistas entonados, todos como la gran familia de Dios.